Al-Hizam es una antigua fortaleza de origen musulmán. Su función era de vigilancia y resguardo de la población en caso de incursiones. Estaría dentro del sistema defensivo de las tahas alpujarreñas. Su ubicación estratégica, en las faldas de la Sierra de Gádor, sobre un cerro rodeado de bancales, permite divisar parte de la vega de Dalías, el entorno del Arroyo de Celín, los Baños de la Reina, un trozo de la Baja Alpujarra almeriense hasta el Campo de Dalías y el mar.
El 8 de noviembre nos encontraremos en este lugar para recitar poemas de mi libro «Azogues». Es un privilegio poder leer poesía «in situ», en el mismo lugar que nombran los poemas, ya que nos permite una conexión con el espacio físico y estrechar vínculos con el entorno. Prestaremos atención a los colores, los sonidos, los olores, el paisaje heredado, el paisaje transformado… Una experiencia que permite construir significados personales y colectivos.
Minifundios
Alrededores de Al-Hizam, baños árabes y rambla Almacete. Celín (Dalías). Faldas de la Sierra de Gádor.
Las moreras repartidas,
los sarmientos, los viñedos,
cinco gusanos de seda,
un hisn en el buen camino,
las tahas, las alquerías,
en los barrancos vergeles,
los turnos de riego,
corsarios turcos en las dos bahías,
los cristianos viejos y los hidalgos,
el reparto de las moriscas tierras.
Adquirida la herencia: minifundios,
cien huertos, albahacas y luciérnagas.
Se repite la historia de otra forma:
manos que emigran, expulsiones
de ida y vuelta, sin refugio.
Lola Callejón, del poemario Azogues.






