Me ha sorprendido la poesía del escritor sueco Harry Martinson (1904-1978), miembro de la Academia Sueca desde 1949 y Premio Nobel de Literatura en 1974 (“por una poesía que refleja la totalidad del universo en una gota de rocío”, tal y como lo justifica la Academia Sueca).
Esta completa antología hace un recorrido por la obra del autor desde sus primeros poemas (años 20 del siglo XX) hasta el final de su vida (finales de los años 70). En ese periplo se aprecia la influencia de una experiencia vital rica e intensa, reflejo de su propia vida. Harry se quedó sin padres con seis años, se alistó en un barco con dieciséis años y pasa más de seis navegando entre mares distantes. Aprende a observar el paisaje, las pequeñas cosas, siempre permanecerá próximo a la pintura (la portada de este libro es una acuarela suya), se hace un lector casi compulsivo, era un narrador oral excelente, bebe de escritores modernistas suecos, vivió en contacto con la naturaleza, se interrogó por el sentido de la vida, estuvo cerca de los desfavorecidos y mostró su inconformismo. Por todo ello, en su obra se reflejan:
-El mar y la vida marinera
-La pobreza
-La naturaleza
-Lo pequeño y mínimo reflejado en la totalidad del universo. «Elegí cantar a las cosas pequeñas…» (nos dice en uno de sus versos).
Estos otros versos tienen de fondo el mar y el mundo:
Y vosotras, aves de tormenta:
una vez muerto el júbilo del apareamiento
os zambullisteis gritando hambrientas
de nuevo en las nieblas que envuelven el mundo.
(Del poema Albatros)
Hay quien lo define como nómada universal por citar a una humanidad en continuo caminar (especialmente en su obra Nómada, donde se consagra como un gran escritor). A destacar que en su obra también se refleja una postura crítica contra los fascismos y las guerras (vivió los contextos de la primera y segunda guerra mundial). Igualmente, apoyó al gobierno de la República española.
Aquí unos versos sobre la guerra:
Qué hermoso sería muchas veces
cuando arden los fuegos de la guerra
permanecer transparentemente invulnerable.
…
Qué hermoso sería de repente en un árbol
convertirse por arte de magia en cigarra.
(Del poema Cigarra)
En sus poemas encontramos una crítica a un mundo veloz, escorado hacia las máquinas, lejos de la naturaleza.
Las vertiginosas transformaciones,
el brutal espíritu devastador
que durante tanto tiempo se ha cernido sobre los campos
angustian a los ancianos y enloquecen a los jóvenes.
(Del poema Pérdidas)
En 1945 escribe Vientos Alisios, entendidos estos como unos vientos de renovación de la humanidad.
Y los he escuchado en silencio
y he intuido
unos nuevos vientos alisios –un nuevo Godwana.
(Del poema Vientos alisios)
La lectura de estos poemas me ha llevado a la senda del gran poeta universal Walt Whitman. Harry Martinson, al igual que Whitman, nos muestra la necesidad de la utopía, la necesidad de una humanidad renovada y fraternal. Ambos beben de la naturaleza, la personifican. Excelente y profunda poesía. Una bella antología con una edición muy cuidada de Nórdica. Merece la pena hacer este recorrido por la obra poética de Harry Martinson.